Cuando los tigres llegaron a Quito



Gracias a la invitación del Fondo de Cultura Económica de Ecuador, los Tigres de la otra noche llegaron a la Feria Internacional del Libro y La Lectura Quito 2018. Una vibrante presentación con alumnos de enseñanza media animada por el talentoso Jader Acosta, quien puso música y corazón a los poemas del libro. 















En FILL Quito 2018


David, Joaquín y Miguel, desde España leen un poema de Tigres de la otra noche


Una lectura preciosa de  Tigres de la otra noche realizada por niños españoles . David, Joaquín y Miguel dicen un poema  para RadioViñas La radio de los niños y las niñas.

 https://www.ivoox.com/26182859 

Tigres de la otra noche en Rafaela Lee (Argentina)



Rafaela Lee
Ciudad de Rafaela

Arturo Sam y Tigres de la otra noche

Arturo Sam y Tigres de la otra noche en la Fundación para las Letras Mexicanas, durante la agradable mañana que compartimos el 28 de octubre de 2016.

Tigres de la otra noche en Claro que leo



Fuente: Claro que leo


Aquí la noche existe solo para que un tigre viva bajo una almohada, y con él, el lector salte a otras horas del día.
Tigre, / dame una manita de gato. / Quiero salir / a probar ese mundo/ a la carrera. / No podría hacerlo sin ti.
Afuera, dice el niño, están los chicos grandes, las materias desconocidas, la maestra y los policías: todo lo que le asusta.
No quiero tu piel, / ni tus colmillos, / ni siquiera tu rugido / metido en un pañuelo. / Si acaso, / tigre mío, / quiero una mano, / una manita de gato.
No hay un adulto. Es el niño que imagina solo la fabulosa vida del tigre.
La poesía de García Esperón, juguetona, inteligente, explora en las metáforas de un mundo habitado por el tigre y dibujado por el niño: las rayas son la piel del cuaderno escolar, la noche es de Bengala, los zarpazos de humo, la cama es la hoja de papel… Las ilustraciones de Magallanes exploran magistralmente ese universo, con materiales y texturas que enriquecen aún más el poema (ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2005).

Encendí la vara de luz / y se hizo el tigre. / Iluminado, / duró lo que un regocijo. / Quedó dibujado en la noche / mucho rato. / Hasta que para despedirse / dio un zarpazo / de humo.